(27.07.87)
Indice
1. ¿Qué es la paz?
2. ¿Cómo
adquirir la paz interior?
3. ¿Cómo funciona la vida?
4. El
desarrollo del humano a través de los rayos
5. La
alimentación explicada esotéricamente
6. Conclusión
1. ¿QUÉ ES LA PAZ?
Buenas tardes,
He aquí la primera pregunta:
¿Puede
esclarecernos sobre lo que es la paz y hablarnos acerca del espíritu de paz que
hizo de Jesucristo, la luz del mundo y el príncipe de la paz?
Para hablarles del espíritu de paz,
del espíritu que fue Jesús y el príncipe de la paz que él encarnó. Ustedes
deben de saber que Jesús no fue el único representante y embajador de la paz en
la Tierra, aunque es cierto que en la actualidad es él quien ha tenido el mayor
impacto, y esto gracias al ejercito de personas que han mantenido sur recuerdo
a pesar de que él vivió hace más de dos mil años. Porque si nadie hubiera
mantenido su memoria y trasplantado su mensaje a través del tiempo, ustedes
nunca hubieran sabido que él había existido.
Pero también ha habido miles y miles
de otros sabios que aparecen regularmente en el mundo, de manera visible o
invisible, pública o anónima, y que siembran a su alrededor y en cada uno de
ustedes, una pequeña semilla de luz.
Por lo tanto, esto nos lleva a
pronunciar un discurso sobre la utilidad de hacer visible al público las
nociones superiores, debido a que la gente podría creer que para salvar al
mundo, es necesario hacer que todo sea visible, para que de esta forma todos
puedan hablar sobre ese tema, y esto sensibilice a las personas y así se cree
un estado de conciencia colectivo al respecto.
Pero en realidad esto no funciona
así, porque si se procede de esa manera, tan pronto como hemos puesto una
noción divina al alcance de las personas, esta noción ya no es realmente lo que
verdaderamente es.
¿Por qué?
No porque el individuo no pueda
verla tal como realmente es en su naturaleza prístina, aunque esa también es
una de las razones, pero no es la razón principal. El motivo principal es
porque cualquier verdad tiene una naturaleza más velada que una naturaleza
revelada. Y es por eso que hablar de la naturaleza de la paz, o hablar de la
naturaleza del espíritu de Cristo que vivió en Jesús, en realidad no es verdaderamente
posible hacerlo.
Y no porque no haya nada que decir
al respecto, ya que por el contrario si se puede hablar mucho sobre estos
temas, y por ejemplo yo podría utilizar frases hermosas y melodiosas para
hablarles de lo que es la paz, y mi discurso los emocionaría, los elevaría y
exaltaría vuestro corazón, y así quizás por un momento, lograría hacerles
entender lo que es la paz.
Pero esto solo sería de una manera
intelectual, y no como realmente ustedes podrían comprenderlo en toda su
magnitud, y esa comprensión completa se logra adquiriendo un verdadero estado
de conciencia de lo que es la paz.
Para darles una analogía, alguien
les puede hablar mucho de lo que es estar enamorado, pero hasta que ustedes no lo
hayan experimentado por ustedes mismos, ustedes no sabrán realmente lo que
significan todas esas palabras que les dice esa persona.
Entonces, para tener una comprensión
más profunda de lo que es la paz, ustedes deben experimentarla, porque para que
un evento se entienda en su totalidad, en su naturaleza absoluta, no solo deben
hablar de ello, sino que sobre todo deben de vivirlo.
Por supuesto, hablar de la paz
también es útil, ya que sirve para atraer a los humanos a quererla
experimentar. Y es por eso que los guías les hablan tanto de la espiritualidad,
pero el objetivo del guía no es que las palabras que él pronuncia se queden
solo en un discurso intelectual, sino que es para motivarlos a hacer los pasos
necesarios para que ustedes vivan la espiritualidad en vuestro interior.
Pero el problema es que la gente se
queda muy contenta con solo hablar y especular sobre la espiritualidad, y así
terminan por dogmatizar la espiritualidad hasta el punto de transfórmala en una
religión, en una filosofía, o en una técnica espiritual.
Y todas esas cosas son útiles en un
primer momento, pero no son la finalidad porque solo son los medios para
incitar a las personas a experimentar la espiritualidad, ya que las personas no
necesariamente ya han despertado en ellas mismas y de manera espontanea, el
anhelo de acercarse hacia las realidades espirituales de la vida. Y es por eso
que seguido hay que recordarle a la gente, y de manera concreta, que esas
realidades existen. Y es por eso que los discursos tienen tanto valor para
ustedes.
¿Entonces qué
les puedo decir acerca de la paz, ya que no hay nada que pueda realmente
decirles al respecto?
Lo que si les
puedo decir es de cómo obtenerla.
Y es por eso que en esta ocasión no
les quiero hablar de Jesús, ni tampoco de la Virgen María, o de los ángeles, o
de los arcángeles, o de Dios el Padre, y en qué estados ellos viven llenos de
felicidad y de luz en su mundo celestial.
No
En cambio de lo que si les quiero
hablar es de vuestra propia vida cotidiana en donde ustedes tienen que lidiar
constantemente con muchos conflictos, problemas y sufrimientos. Y cómo a pesar
de esas condiciones ustedes pueden entender, sentir y vivir la paz.
Es eso lo que me interesa enseñarles
y solo bajo esa condición acepto hablar de la paz.
Entonces,
¿Cómo mientras
que ustedes están en vuestro trabajo, o en vuestra escuela, o en vuestro hogar,
con todas vuestras preocupaciones, conflictos, sufrimientos y problemas, cómo a
pesar de ello descubrir la paz?
2. ¿CÓMO ADQUIRIR LA PAZ INTERIOR?
La vida es una oleada de
circunstancias que desencadena en el individuo toda una serie de emociones,
reacciones, estados de conciencia, acciones, etc. Y en medio de esa oleada más
o menos caótica de emociones, sentimientos y reacciones positivas o negativas,
el individuo queda frecuentemente atrapado como dentro de una ola que lo sigue
golpeando contra el acantilado.
Imagínense ser un pequeño pez y
estar atrapado en ese gran oleaje de las circunstancias de la vida y ser
golpeado una y otra vez sin cesar como un viejo trapo contra el precipicio de
los acontecimientos. Pues bien, inevitablemente estarán hartos de sufrir.
¿Y cuál va a
ser vuestra reacción?
Ustedes
intentarán huir.
Y van a intentar con todas vuestras
fuerzas tratar de ir contra la corriente para así poder escapar de las rocas.
¿Pero qué es lo
que pasa?
Descubren que no pueden hacerlo
porque la fuerza de la ola es más fuerte que ustedes, y después de un primer
intento fallido, y después de un segundo intento fallido, el pequeño pez se
agota inexorablemente, y finalmente una última ola lo aplasta contra el
acantilado y el pobre pez queda todo destrozado. Y eso es lo que le pasa al ser
humano.
Entonces a ti humano, te pregunto:
¿Cuándo estarás
cansado de ser aplastado contra el acantilado?
Y seguramente me van a decir:
¿Pero cómo hacer para escapar?
Y la respuesta es que es muy simple,
ya que de hecho todo es simple cuando se trata de descubrir las leyes y la verdad
que rigen al Universo, sin embargo todo se vuelve muy complicado cuando se
quedan en frente de esa ola, y al lado del acantilado, y que intentan nadar
contra la corriente.
El papel de la ola es golpear el
acantilado, por lo que no es un pequeño pez que cambiará la vida del océano.
No. Y ni siquiera una gran ballena. Tampoco. Debido a que el océano tiene su
propia vida, tiene sus leyes, su fuerza, su movimiento, y contra ello no hay
ningún ser que pueda confrontarse.
Y el propósito de la vida es justamente
de encallar en la materia, es precisamente de golpear contra la materia, así
como la ola golpea contra el acantilado. Porque el soplo de la vida viene de
esa manera, desciende y como una ola se estrella contra el acantilado que es la
materia.
Entonces, si el pequeño pez no es
consciente de su naturaleza y de la naturaleza misma de la ola, del aliento del
espíritu que lo lleva hacia ese lugar, el pobre pez será torturado, masacrado y
no comprenderá nada. Y así es como el hombre se imagina que es la vida, y que
Dios creó un juego macabro, y que todas las fuerzas del Universo están en
contra de él, y que el océano de la existencia es muy negativo, y que nada es
adecuado para la felicidad y la dicha de su persona.
Pero pensar así
es un error
Porque de hecho, el acantilado es
solo un muro imaginario, se los aseguro. La materia es solo un muro
completamente imaginario, y en realidad ustedes pueden atravesar la materia,
así como ustedes atraviesan un líquido o un gas, y esto es debido porque la materia
no es más que eso: átomos que se pueden dispersar.
Los átomos que forman el agua o el
aire son los mismos que forman la materia densa, la pared, el hormigón armado,
el autobús, el tren o lo que sea.
Entonces,
¿Qué les impide
perforar ese mismo material?
No es un gran secreto alquímico, no,
es simplemente un ojo que no es lo suficientemente consciente de su verdadera
naturaleza, y si ustedes ya tuvieran suficiente control sobre los átomos,
entonces ustedes podrían hacer tan maleable la materia solida como lo es cuando
se encuentra en su estado liquido o gaseoso. Pero me estoy saliendo del tema,
así que vuelvo a mi discurso inicial.
En todas las circunstancias de la
vida y con todos los problemas que tienen lugar en ella.
¿Cómo ser, sentir
y conquistar la paz?
Pues bien, como
dije, en un primer acto, ustedes deben estar atentos y ser observadores.
Por lo tanto, deben analizar la
situación en la que ustedes se encuentran. Y por consiguiente, para conocer la
paz, para conquistarla, es necesario que comiencen a comportarse como un
discípulo. Porque no hay nada que ustedes puedan verdaderamente hacer para
adquirir la paz interior, si primero ustedes no han tomado la decisión de
comportarse como discípulos ante la vida.
¿Quién puede esperar
alcanzar la plenitud del cielo?
Diciéndose a sí mismo:
« Bueno, voy a practicar un cuarto de hora de acuerdo
con las leyes divinas, y luego un cuarto de hora de acuerdo con las leyes
profanas, de acuerdo con las leyes de mis deseos. »
En ese momento no funcionará, o
funcionará en las mismas proporciones 50/50, pero no más. Por lo tanto y por
encima de todo, ustedes deben de haber tomado la decisión de comportarse como
un discípulo ante la vida.
¿Y qué
significa comportarse como discípulo?
No es muy complicado y tampoco se
requiere de un gran esfuerzo, sacrifico o ascetismo. De hecho ser discípulo es
la cosa más simple del mundo y es simplemente saber sonreír a la vida.
Pero antes de poder sonreír ante un
problema, o frente a la agresividad de los demás, o frente a un obstáculo, o
contra la maldad del mundo, ¿cuánto tiempo y esfuerzo le tomará al ser humano
desencadenar en él la comprensión de que todo eso no es importante?
Ser un discípulo es la cosa más
simple del mundo, no se necesita una receta complicada, ni una técnica
sofisticada que por ejemplo conecte un hilo energético con tal egregor o con
tal Maestro, o con lo que sea. Todas esas cosas necesariamente tienen su uso y
hablaré de ello en otra ocasión, porque también debemos pensar en vuestra
alquimia energética. Pero no confundan la alquimia con el estado de conciencia
que ya tienen disponible para ustedes aquí y ahora.
Ya que si bien el estado vibratorio,
el estado alquímico, no está disponible para ustedes de inmediato. Y ese si
para adquirirlo tienen que hacer grandes esfuerzos y llevar a cabo un cierto
ascetismo que corresponde con vuestro nivel de evolución, con el estado de
vuestros chakras y también con el potencial de desarrollo que tienen
actualmente.
Pero en cambio vuestro estado de
conciencia es algo que ustedes pueden adquirir en cualquier momento, siempre y
cuando hagan el esfuerzo de ser un discípulo, y cuando digo que ser un
discipulo no es más complicado que una sonrisa, es porque es la verdad. Y
aunque es algo simple de lograr, también es algo complicado porque eso
significa que el humano tiene que confrontarse con las muchas ilusionas que se
ha creado, con las muchas barreras que se ha generado, con su egoísmo, con sus
debilidades, con sus deseos de consumismo, con su egolatría, etc.
Pero a pesar de todo ello, él
comienza ha comprender y comienza a sospechar lo que puede ser la tolerancia,
lo que puede ser el amor. Porque sin menos que eso, no puede ser un discípulo,
ya que un discípulo que no es tolerante y que no tiene amor, no puede sonreír,
no puede ser un soplo de libertad, y por lo tanto no puede estar en paz en su
interior.
¿Por qué?
Porque la paz no existe en una mente
o en un estado mental que es torturado por los obstáculos de la vida, o por la
agresividad de las personas, o por el bloqueo de tal o cual asunto. No es
posible, ya que ese estado mental se parece a la ola intempestiva de la que
acabamos de hablar.
En cambio el estado mental de un
discípulo se encuentra por el contrario muy sereno y es como un espejo muy
liso, es como la superficie de un lago muy tranquilo que hace reflejo con el
cielo.
Y ese hombre me dirá:
« ¡Qué! Pero si
yo ya llevo la cruz de mis problemas y también ya llevo la cruz de mis traumas,
y tú quieres que además también lleve la cruz de la paz y que no diga nada
cuando alguien me insulta y que ponga la otra mejilla cuando alguien me pega.
¡Eso no ni de chiste! »
Y es que como ese individuo tiene
demasiados problemas que lo crucifican, él creerá que la paz es una nueva
crucifixión y vivirá la paz como si se tratara de un sacrificio adicional en su
vida.
Entonces, lo que ustedes necesitan
hacer antes de que les pueda hablar de la paz, es desarraigar de vuestra mente
todo lo que les impide comprender lo que es la paz. Y es por eso que yo no voy
a ser el quien les hable de cosas bonitas para explicarles lo que es la paz, ya
que no estoy aquí para eso. Pero en cambio si quiero ser el que elimine todos
vuestros bloqueos y elimine todas vuestras ilusiones, tonterías y errores.
Y así, una vez que ustedes hayan
eliminando todo eso, yo ya no necesitaré decirles nada debido a que una vez que
ustedes se hayan liberado de todas esas obscuridades, entonces automáticamente
cuando ustedes estén en vuestra casa y cuando se encuentren en un estado de
meditación, allí ustedes tendrán toda la experiencia de lo que es la paz y ya
no tendrán que escucharme, sino simplemente podrán comprenderme y reconocerme.
Entonces,
¿Cómo
conquistar la paz?
Dije que tenían que ser observadores,
pero que para ser observadores, también tienen que adoptar un cierto estado de
discipulado, es decir, liberarse del egoísmo, de la oscuridad, de las
ilusiones, de los arcaísmos, y también desarrollar el discernimiento.
Y una vez que han adquirido ese
estado de discípulo.
¿Qué hacen con
la observación?
Pues bien, tienen que analizar la
situación en la que se encuentran, pero eso no significa que tienen que mirar
todo de una manera fría y analítica, como si se conviertan en un robot insensible
e indiferente. Absolutamente no. Al principio sin duda es necesario mecanizar
un poco el procedimiento para que esa reacción se convierta en un automatismo
de vuestro comportamiento, y así se vuelva parte de vuestra naturaleza y
finalmente ustedes se acostumbren a vivir con ese reflejo.
Pero analizar también es armarse con
el arma del discernimiento y observar lo que es justo, justificado y real en la
situación. Y por consiguiente descubrir si ustedes deben o no investir vuestra
energía en ese asunto, y si tienen el derecho legítimo de estar en pena y
dolor, o si por el contrario la situación es solo una ilusión, un error y que
por lo tanto ustedes deben de retirar la energía que han implicado en ese
asunto.
Y la primera acción del discípulo es
justamente esa, es saber distinguir entre las diferentes situaciones, porque de
lo contrario ustedes no sabrán discernir. Y mientras no sepan discernir entre
la ilusión y la realidad, no pueden ser un discípulo y ni siquiera pueden
sospechar de lo que es la paz.
En cambio el discernimiento cuando
permite analizar una situación, otorga pureza a la mente, y debido a esa
pureza, el espíritu está alineado con el alma, el humano está alineado con su
red de energía cósmica, y por consiguiente se vuelve súper activo.
Es decir que en su plano físico, el
individuo se vuelve eficiente, rápido, claro, agudo, preciso, conciso, no se
equivoca o lo hace poco, al menos en comparación con la mayoría de las demás
personas, y de esta manera se dirige en línea recta hacia la iluminación.
Mientras que los otros humanos que
aún no saben discernir, chocan y se tropiezan constantemente con todos los
problemas que surgen. Y después de muchas caídas, golpes y heridas, finalmente
los vemos llegar a la puerta del templo, pero ya están todos muy maltrechos.
Vendajes por aquí, vendajes por
allá, apenas y pueden caminar sosteniéndose con dos muletas, se parecen más a
una momia que a un humano. Y el Padre celestial les pregunta:
"¿Pero
a dónde fuiste mi valiente? ¿Quién te
puso en ese estado?"
Y el pobre tipo ni siquiera puede
explicar por qué se encuentra en ese estado tan lamentable, y él simplemente le
responde a Dios:
« Pero esta es la vida que me diste. Mira un poco, desde
que creaste la tierra y la encarnación, mira en qué estado terminamos. Si este
es el juego que inventaste, yo quiero retirarme y no regresar más. »
¿Qué quieren
que respondamos a ese tipo de pensamientos?
Aunque es normal que las personas
reaccionen de esa manera, ya que con todos los problemas que les caen en sus
vidas, entendemos que reaccionen de esa manera. Pero para nosotros, lo
importante no son en absoluto sus reflexiones o sus comentarios sobre la vida.
Lo importante es llevarlos hacia una estimación justa de los acontecimientos de
la vida y de los diferentes caminos que ofrece la vida.
Porque lo que los humanos no
comprenden es que ellos son los artífices de su vida, y si ellos no quieren que
su vida se vuelva tan complicada, pues eso depende de ellos mismos. Por lo
tanto elijan su camino.
No hay necesidad que les hable sobre
la paz, la grandeza del alma, la naturaleza de Dios, porque todas esas cosas
ustedes mismos las pueden descubrir por ustedes mismos, si permiten que los
guías y los maestros limpien todo lo que les impide ver con claridad la
realidad de la vida. Y esto comienza con cosas muy sencillas.
Las personas se imaginan que para
recorrer el camino de la espiritualidad, tienen que hacer muchos sacrificios y
lidiar con complejos conceptos muy abstractos, y sobre todo, no aceptar más los
aspectos de vida física.
Pero eso es un
error.
Ya que como lo he dicho mil veces,
la vida es un gran movimiento, la vida es una inmensa rueda que gira, y al
girar, ella ofrece todos los demás movimientos que provienen de ella. Y lo que
ustedes necesitan saber es el ritmo de cada uno de esos movimientos secundarios
y también el ritmo de la rueda principal, es decir, conocer las leyes que rigen
a la creación.
Y cuando ustedes conocen los ritmos
de cada movimiento y cada ciclo, entonces nada es inaccesible para ustedes, ni
siquiera ciencia oculta, ni siquiera las energías cosmicas, ni siquiera el
cielo. Todo les es posible. Pero el problema es que ustedes intentan crear otro
movimiento que es inadecuado dentro del gran movimiento que es la vida, y
entonces así inevitablemente ustedes se desconectarán del gran movimiento y eso
los derrumba.
Y para que me lo comprendan mejor,
imaginen que ustedes están al interior de una gran rueda giratoria, la cual
gira a cierta velocidad. Y por lo tanto, esto implica que ustedes mismos, por
encontrarse dentro de esa rueda, van a moverse al mismo ritmo que ella. Pero el
hombre es complicado y se imagina que dentro de la rueda él puede crear otro
ritmo, e ir si es posible en la dirección opuesta.
¿Y qué sucede?
El hombre no ha hecho ni tres pasos
que ya se tropieza, pero la rueda continúa girando, y ya no es un hombre de pie
quien está dentro de la rueda, sino que es un hombre derrumbando, y este hombre
se siente ser todo golpeado a medida que cae en el interior de la rueda.
Y los hombres a lo largo de su vida,
siempre se imaginan caer en problemas y más problemas, salir de una situación
difícil para solo entrar en una situación aún más difícil, saltar de un
conflicto para caer en otro conflicto, y siempre tienen la impresión de
enfrentarse a un abismo que los hunde. Y tanto es así, que cuando tienen un
momento de tranquilidad, ellos se preguntan:
¿Pero qué me
depara el mañana?
¿En qué agujero
volveré a caer?
¿Llegaré a fin
de mes?
Pero si el hombre se hubiera puesto
de pie y en el centro de la rueda, entonces él se habría dado cuenta de que la
distancia recorrida no era una caída, sino un camino de aprendizaje. Lo que es
muy diferente. Y en ese camino inevitablemente él tendrá pruebas que pasar, ya
que los esfuerzos no se pueden evitar, pero su comprensión de las cosas ya no
será la misma. Y él ya no tendrá la impresión de sufrir problema tras problema,
obstáculo tras obstáculo. Sino que por el contrario, él se enriquecerá con cada
enseñanza que vaya adquiriendo, y esa es la característica de haber alcanzado
el estado de discípulo.
Y por eso cuando tengan un problema,
no se digan en vuestro interior:
"¿Pero qué
desgracia me viene otra vez encima?"
Sino que más bien pregúntense qué
lecciones pueden aprender de esa situación, ya que de eso también se trata
hacer un análisis con discernimiento.
Pero habiéndoles dicho esto, también
les pido que no se vayan al otro extremo y que a partir de ahora se dejen
maltratar por los demás, y que en el nombre del aprendizaje acepten ser
pisoteados por todos los conflictos que surjan.
No
Acuérdense de buscar el camino del medio,
y cuando se encuentren en una situación problemática, pregúntese:
¿Qué haría un
maestro en esta situación, y ante la divinidad que me observa, qué prueba debo
dar de los entendimientos que he adquirido?
En todas las situaciones deben
tratar de reaccionar con dignidad espiritual, y si esta dignidad espiritual aún
no es un reflejo en ustedes, porque los traumas y los complejos que han tenido
los han automatizado para reaccionar de una manera profana. Bueno, por un
tiempo esfuércense por tener ese retroceso, obsérvense y pregúntense:
¿Es esta
situación un tormento ilusorio?
¿Merece mi
sufrimiento?
¿Merece que yo
invierta mi energía en esto?
¿Es que debo
quedarme o debo retirarme?
Y después de ese análisis, pueden
investir vuestra energía en ello si así lo deciden. Pero lo que importa es que
hayan analizado el acontecimiento antes, y no importa si lograron descubrir la
verdad del asunto o no.
Porque necesariamente al principio
no les pediremos que perciban ya la realidad o la ilusión de los eventos,
porque para eso es necesario también tener conocimiento y experiencia, y estas
cualidades no se adquieren inmediatamente, sino que se van desarrollando a
medida que ustedes van estudiando, viviendo y experimentando. Así que no traten
de ser ya perfectos, pero en cambio si entrénense para serlo cada vez más.
Y viendo vuestros esfuerzos, todos
los guías que rodean a la humanidad y que observan cada alma según su capacidad
actual, se harán cargo de vuestro desarrollo de una manera más particular. El
guía que está encargado de ustedes y que no es un guía personal, sino que es
quién está encargado del rayo de energía al que ustedes pertenecen, los
observará con mayor precisión y se dirá a sí mismo:
« Aquí está un humano que intenta hacer esfuerzos, él trata
de elevar su naturaleza inferior y volverla una naturaleza más superior, por lo
tanto es necesario que lo ayude en su labor, así que enviémosle más intuición,
lo que le permitirá discernir mejor. O bien, pongámoslo en presencia de tal o
cual persona que le sea útil, ya que le enseñará como lidiar con su situación.
O llevémoslo a tal lugar para que tenga tal y tal experiencia, para que
adquiera más sabiduría. O bien, pongámoslo en tal prueba para que se despoje de
su ilusión, o de su trauma, o de su complejo adquirido en la infancia, y para
que así pueda liberarse de todo eso y de esta forma se vuelva cada vez más
perfecto. »
Realmente no importa lo que ustedes
son en este momento, porque si trabajan en perfeccionarse, inevitablemente irán
poco a poco teniendo resultados, pero la gente se desespera porque quiere
obtener todo muy rápido y es por eso que se dicen:
« Sí, okey, yo estoy dispuesto a ser un discípulo, pero
tengo tantos problemas psicológicos y muy pocas personas me aman, y mis hijos
no me respetan, y mi pareja no me aprecia, y mi jefe me humilla frente a mis
colegas. »
Y es por eso que antes de tratar de
ser perfectos, primero ustedes deben de buscar ser de nuevos puros como un
niño, y esto es lo que Jesús les recomendó cuando les dijo:
“Vuélvanse
simples como los niños otra vez."
Y volverse
simple como un niño es liberarse de todo lo que les impide conocer la paz.
Miren cómo es un bebé recién nacido.
Él es virgen, todavía no tiene rastros de traumas, su karma aún no ha
descendido sobre él, su carta astrológica en lo que concierne las energías de
su personalidad y de su alma aún no están en juego, porque es en la
adolescencia que todo eso se despierta.
Un niño de hasta diez, doce años, es
tan virgen como puede ser el espíritu de Dios, el niño es abierto, simple, no
siente ninguna falta, no siente maldad ni desprecio por las personas, para él
todo es un juego. No puede concebir que la vida de sus padres y de las demás
personas que lo rodean, no sea una relación de afecto, porque toda su
naturaleza es precisamente amar, y es por eso que él también necesita de amor y
abrazos. Y esa es la naturaleza que ustedes deben de recuperar.
Lo que no significa que ustedes
tengan que volver a ser ingenuos e inocentes. No. Ya que al mismo tiempo que
vuelven a tener el espíritu de un niño, también mantienen la conciencia de un
adulto. Y ser un adulto con el espíritu de un niño, eso es lo que les permitirá
convertirse en el discípulo perfecto, y les permitirá también conocer la paz y
todos los demás atributos del universo y vuestra alma misma.
Porque si vienen con una conciencia
hinchada de problemas, traumas, complejos, insuficiencias, orgullo, egoísmo,
ilusiones, deseos y no sé qué más.
¿Cómo quieren
que vuestra conciencia cargada de todas esas cosas, pueda experimentar un
estado de paz y de dicha?
¡Es imposible!
Por lo tanto, primero limpien todo
eso en vuestro interior, y para todos aquellos que desean participar en el
movimiento que actualmente busca difundir la verdad, preocúpense en primer
lugar por ayudar a sanar a las personas de sus problemas y permitirles salir de
esos problemas, y después ustedes podrán hablarles sobre los aspectos divinos
de su naturaleza, ya que antes de eso, es inútil.
Si ustedes no ponen primero las
ruedas en un automóvil, pueden encender el motor todo lo que quieran, pero el
vehículo no se moverá. En cambio una vez que colocan las cuatro ruedas, el
coche puede fácilmente partir.
Entonces, lo que deben de hacer
primero es solucionar vuestros problemas. Porque hablar de paz o imaginar la
paz es algo vano cuando el hombre está todo cargado de problemas.
¿Cómo quieren
poder ir al cielo en esas condiciones?
Pues bien, primero liberándose de
toda esa carga y luego construyendo vuestras alas.
¿Y cómo se
construyen las alas?
Siguiendo la palabra de los sabios
que les han venido a hablar desde el principio de los tiempos sobre cómo
alcanzar la divinidad.
¿Y qué les han
repetido una y otra vez esos guías?
« Ámense, ayúdense, sean tolerantes, no hagan daño ni
hablen mal de las otras personas, no abusen de los demás ni de la caridad
tampoco, sean justos, sean dignos, sepan discernir, respétense a ustedes mismos
y a todo lo que los rodea. »
Y así paulatinamente vuestras alas
irán creciendo sin que ustedes tengan que fabricarlas. Pero ¿cómo quieren
entrar en la vida celestial si no saben llevar ni siquiera adecuadamente
vuestra vida terrenal?
¿Cómo quieren
llegar al cielo si no han podido dominar la tierra?
¡Imposible!
Así que estén conscientes que no
importa lo que ustedes sean actualmente, si son flojos, viciosos, agresivos,
hipócritas, crueles. Les puedo asegurar que no son tan malos como ustedes creen
serlos. Pero no importa todo eso, porque lo importante es la determinación con
la que deciden cambiar. Así que sin importar cual sea vuestros problemas y
vuestros defectos actuales, traten de comprenderlos, superarlos y sublimarlos.
No digo de ocultarlos, suprimirlos y
callarlos, porque eso no funcionará y solo los seguirá nutriendo pero de una
manera silenciosa, y un día finalmente resurgirán y mucho más intensamente que
antes, y eso es lo que causa las neurosis.
Al tratar de enterrar vuestros
problemas, vuestros complejos, vuestros traumas, vuestros defectos. Ustedes
creen que lo han logrado y que lo han solucionado, pero luego cuando menos se
lo esperan, sale el fantasma y ese problema enterrado con el tiempo se ha
vuelto aún más fuerte y entonces sienten que vuestro mundo se desmorona y es
ahí cuando ustedes caen en depresión.
Entonces no deben hacer como lo
hacen los avestruces, esconder la cabeza en el suelo y decirse: "No. No.
No quiero ver el problema, porque si no lo veo, entonces ya no existe."
Sino que por el contrario, tienen
que verlo y analizar el problema o el defecto. Y no digo entrar en un análisis
muy detallado como lo hacen los psicoanalistas. No. Pero si ser conscientes de
ello. Y pocas personas son realmente conscientes de sus problemas.
¿Por qué?
Debido a que solo son un
automatismo, siempre están en reacción. No están tratando de descubrir por qué
reaccionan de esa manera, por qué se sienten lastimados por esa o aquella
palabra que les dijo un amigo. ¿Por qué tuvieron esa sensación en ese momento?
Las personas usualmente no prestan
atención a eso, generalmente lo único que saben es que se sintieron lastimadas
y a partir de ahí ellas continúan sufriendo, pero no hacen el esfuerzo de
entender por qué eso les causa dolor. Y así el amigo se convierte en un enemigo
y se establece el odio.
Entonces para que la vida no
se les vuelva un infierno, analicen por qué reaccionan de esa manera a ciertos
eventos, a ciertos pensamientos, bajo ciertas circunstancias. Y no se culpen de
ello, solo obsérvense. Recuerden que deben observarse sin juzgar, y diganse:
« Veamos, ayer bajo esa circunstancia actué como si me
sintiera inferior. Y el otro día, la presencia de esa persona y sus palabras me
lastimaron. Y la semana pasada sentí que no tenía derecho a la felicidad por
ese acontecimiento y sufrí por eso. »
Y no saquen de esas observaciones
ninguna conclusión, como por ejemplo de que ustedes son orgullosos, o que se
encuentran en un estado de inferioridad, o por el contrario que tienen un
complejo de superioridad, etc.
Simplemente tengan en cuenta ese
acontecimiento e intenten liberarse de la reacción que les produjo ese evento,
y con esto quiero decir que la próxima vez que se vuelvan a encontrar
nuevamente en la misma situación, lo que le provocará nuevamente esa reacción
que tuvieron. Acuérdense que eso ya lo experimentaron y simplemente déjenlo ir.
Cuando se encuentren nuevamente en
la misma circunstancia que les provocó un sufrimiento, no traten de pelear
contra ese sentimiento, no traten de silenciarlo tampoco. Pero simplemente
teniendo cuidado de observarlo, esta vez cuando ese sentimiento regrese,
¡suéltenlo todo!
Dios los mira y los ama tal como
ustedes son. Y lo que importa es el esfuerzo que ustedes hacen, y no el
plastrón de yeso que van a tratar de poner en vuestro interior para ocultar las
debilidades que todavía hay en ustedes. Así que no se obliguen a ser perfectos.
Sean ustedes mismos y déjenlo ir. Observen, suelten y déjenlo ir.
Y si sienten que el dolor regresa,
que la sensación de humillación regresa, pues bien, vayan a algún lugar
tranquilo, siéntense, cierren vuestros ojos, vuélvanlo a observar, observen
como ese sentimiento trata de volver a aferrarse en ustedes, y de nuevo
sueltenlo y déjenlo ir. Suelten todo. Suelten vuestros brazos, suelten vuestra
mente, suelten el interés que sienten hacia ese sentimiento y díganse en su
interior:
"Gran
Dios, me libero de esto, te lo entrego."
E imaginen que ponen vuestra humillación,
vuestro sufrimiento, vuestro complejo en una hoguera, y que el fuego desintegra
esa vibración. Y así ustedes sacrifican esa energía negativa en el altar de la
elevación espiritual.
Porque si ustedes solo intentan
ocultar esa energía en una esquina pequeña de vuestro subconsciente para que no
haga demasiado ruido, y así piensan deshacerse de ello, eso no funcionará; pero
en cambio, si ustedes lo sueltan, ahí sí funcionará.
¿Por qué?
No porque el impacto psicológico sea
tal que esa vibración sea destruida. Absolutamente no, ya que usualmente les
requerirá de varios intentos de este tipo antes de por fin superar
definitivamente esa reacción, que a veces es mucho más antigua de lo que
ustedes se imagina (o sea que proviene incluso de vidas anteriores).
Pero si ustedes son persistentes,
ese sentimiento terminará por extinguirse debido simplemente porque la realidad
energética es tal que cuando una energía no es más nutrida, muere; al igual que
una planta cuando se deja de regar, termina marchitándose y secándose.
Entonces si sueltan esa energía que
despierta esa emoción, que se manifiesta por tal o tal complejo, o por tal o
tal trauma, o por tal o tal sufrimiento. Si sueltan esa energía, esa emoción,
ese dolor, este ya no tiene más combustible para perpetuarse, y como ya no
puede extraer más energía de vuestro cuerpo astral, o de vuestro sistema
nervioso, o de vuestras glándulas o de vuestra mente, esa emoción terminará
quedándose sola y manteniéndose únicamente con su propia red de energía, y como
esa red es de una energía baja, no tiene muchas reservas, y por lo tanto
simplemente muere.
Lo que les propongo por
consiguiente, no es un ascetismo, no es un esfuerzo para tomar control de
vuestro cuerpo emocional, es simplemente un pequeño truco alquímico, y el cual
consiste en que suelten todo aquello que hace que vuestras vidas sean
miserables. Y para lograr eso, solo tienen que dejarlo ir, y especialmente
dejar ir todos esos estúpidos intereses que tanto acumulan.
Porque si ustedes se aferran a todos
esos intereses triviales que les incita la sociedad, pues bien, ustedes nunca
podrán ver la luz. Pero si los sueltan, entonces tendrán la impresión en los
primeros días de perder toda referencia y de estar yendo hacía ningún lado, y a
veces eso puede dar miedo, pero es el precio a pagar para obtener vuestra
libertad, ya que la libertad también tiene un precio.
Cuando ustedes se fueron de la casa
de vuestros padres.
¿Sabían si iban
a tener una bonita casa?
¿Si iban a
encontrar trabajo?
¿Si iban a
tener comodidad?
¿Si iban a
encontrar una pareja con quien vivir?
No
Todo lo que sabían era que se
adentraban en una gran ola de libertad, con un inmenso deseo de construirse y
encontrarse a ustedes mismos. Y lo mismo sucede con en este impulso espiritual
del que les estoy hablando. Así que dejen ir todo lo que los hunde y trabajen
en perfeccionarse mientras que vuestras alas van creciendo.
Porque mientras que no suelten todo
aquello que los aferra a la tierra, vuestras alas no pueden crecer, debido a
que los pies están demasiado ocupados caminando en el suelo, y toda la energía
se dirige hacia abajo para hacer que su caminata funcione, en lugar de elevarse
hacia arriba para dar luz a vuestras alas.
Si utilizan la energía de vuestra
alma para alimentar vuestros deseos, vuestras pasiones, vuestras penas,
vuestros traumas, vuestras torturas y vuestros sufrimientos. Pues resulta que
toda esa energía no podrán disponerla para construir las alas que los llevarán
hacia el cielo.
Y es que no hay treinta y seis
millones de reservas de energía para construir eso, sino que solo hay una y es
la energía de vuestra alma. Entonces cuando solo tiene una red de energía, no
puede desperdiciarla y menos en cosas sin sentido. Así que sean cuidadosos de
invertir esa energía en donde sea apropiado invertirla. Porque de lo contrario
no pueden cumplir con vuestro destino.
Y es así como hay en el mundo miles
de individuos que intentan ser espirituales y fracasan porque a pesar de sus
buenos anhelos, ellos continúan invirtiendo la energía de su alma en cosas
completamente banales, triviales y estúpidas.
¿Quién no ha
sabido de la mujer que llora cuando llega a su casa por la noche, porque un
colega de oficina le dijo que ella era fea, o el hombre que también llora
porque una mujer se burló de él diciéndole que su miembro era muy pequeño?
Y cuanto odio se genera así entre
las personas, y cuantos traumas se desencadenan así generando verdaderos
dramas, y todo eso solo porque los humanos les otorgan importancia a otros
individuos que están igual o todavía menos avanzados y más perdidos que ellos.
Como lo he dicho mil veces antes,
pero se los repito:
¿Por qué les
dan a los otros el poder de dañarles?
¿Por qué le
otorgan ese poder a los demás?
Y así vemos a miles de humanos
sufriendo por lo que otras personas les dicen, otras personas que son aún más
torpes, inmaduras y egoístas que ellos. Pero les aseguro que no importa lo que
esas personas digan.
Ciertamente no es fácil soportar la
inmadurez de los demás, el egoísmo de los demás, la intolerancia de los demás.
Es verdad, lo reconozco, y es hora de que eso cambie.
Pero si existe
esa estupidez, ¿por qué les das el poder a esos individuos para poder destruirte?
¿Qué locura te
lleva a reaccionar de esa manera?
Recupera tu cordura y dale ese poder
de influenciarte únicamente a aquel que es digno de guiarte. No a los otros. Y
a ese individuo que te quiere humillar y que te dice que eres demasiado pequeño,
o que eres feo, o lo que sea. A ese individuo sonríele y dile:
"¿Y
qué? Así me creó Dios."
¡Y ríe!
Y tu risa será para él un gran
enigma, quizás el más grande de su vida, y se preguntará:
"¿Pero por
qué se rió?"
Y es así que sin aceptarlo, ese
individuo va a recibir una lección de ti, pero él no lo admitirá porque su
orgullo se lo impedirá.
¿Cómo podría
considerar que le enseñe aquel a quien él estaba justamente tratando de
aplastar?
¡Imposible
admitirlo!
Pero no utilicen esta técnica para
desencadenar nuevas ilusiones. No se digan a ustedes mismos:
« Ese individuo se burló de mí, pero yo tengo
discernimiento espiritual y yo tengo conocimiento, así que sin importar lo que
él me diga, yo me reiré porque soy el más inteligente y el más fuerte. »
No
Ustedes cometen un error si actúan
de esa manera, y un error aún mayor que si solo sufrieran por haber recibido un
insulto, debido que al actuar así es poner un yeso en vuestra conciencia. Lo
que significa que el día en que pierdan la voluntad y el coraje de sonreír,
ustedes se derrumbarán y llorarán aún más por todas las veces en que han sido
humillados, ya que vuestra conciencia y vuestra memoria no habrán borrado esos
traumatismos.
Así que no jueguen una comedia
porque muy rápidamente surgirán los traumas que intentaron ocultar y terminarán
aún más lastimados.
¿Por qué?
Porque la espiritualidad ante todo
es autenticidad, y si vuestro comportamiento no se alinea con la realidad. Pues
entonces la realidad los perforará y los derrumbará, solo para hacerles
encontrar un terreno más real; y no porque ustedes sean indignos, sino por el
contrario para salvarlos, para decirles:
"Ten
cuidado, no sigas en esa dirección porque es hacia la locura hacia donde te diriges
si sigues haciendo eso."
Y luego la energía se da vuelta y
cae sobre ustedes, y destruye todas vuestras ilusiones, haciendo que el pequeño
castillo de fantasía que se habían construido se desmorone. Y todo eso porque
buscaron controlar vuestra reacción de dolor, en vez de soltarla.
Así que sean auténticos con ustedes
mismos, y no se construyan personajes para ocultar vuestras debilidades. En
cambio usen la fuerza y la sinceridad para liberarse de esas debilidades
dejándolas ir y aprendiendo a no apegarse con lo que les dicen las demás
personas.
Tu marido te humilla, tu esposa te
ridiculiza, y lo sufres profundamente, incluso piensas en el suicidio. Te
entiendo, pero antes de llegar a ese punto de desesperación, puedes reaccionar
y dejar ir ese traumatismo de inmediato. No importa si un individuo torpe
quiere humillarte o si él lo ha estado haciendo durante años para hacerte
sentir miserable y divertirse con tu sufrimiento.
¡Deja ir todo!
¿Acaso entras en
el juego de los niños cuando estos quieren abusar?
No
Cuando un niño
quiere saquear la casa con el pretexto que quiere jugar a los vaqueros y a los
indios, u a otro juego, ¿entras en su juego y aceptas esa destrucción?
NO
Le dices al niño, no, y no le
permites que estropee la casa, le dices que puede jugar, pero respetando las
cosas. Pues bien, hagan lo mismo con aquellos que los rodean. No entren en el
juego insalubre de su torpeza, de su ignorancia y de su intolerancia.
Para encontrar vuestra paz y vuestra
libertad, ustedes deben de cortar con todas esas dependencias. Y depender de
alguien no necesariamente significa que necesiten de esa persona para algún
propósito. No. Es también estar sujeto a esa persona, es someterse a ella, y
eso también es una adicción.
Pero para ser libres deben de cortar
con todas esas cadenas que les impiden subir hacia el cielo, ya que al igual
que un globo, mientras que este globo se encuentre atado a la tierra, no puede
ascender. Y de la misma manera, ¿Cómo quieren ascender a vuestro estado divino,
si ustedes están amarrados a todos esos sufrimientos y a todas esas ilusiones?
¡Así es
imposible!
Incluso si tuvieran la grandeza de
los ángeles, mientras acepten doblar la espalda y sufrir, no podrán extender
vuestras alas.
¿Y qué hacen
los humanos?
El día que se cansan de sufrir,
ellos mismos se ponen a ser agresivos y comienzan a pegar y a hacer lo mismo
que ellos habían recibido. Y es así que las relaciones entre los humanos se
convierten en relaciones de poder, y que cada uno busca controlar, dominar y
aplastar al otro.
Pero es un
error actuar así
Cuando alguien frente a ti usa una
fuerza inferior, no uses tú también una fuerza inferior, porque entonces
comenzarán una pelea infernal y ambos se hundirán. Lo que en cambio debes de
hacer es utilizar una fuerza superior que es la de tu alma, la de tu luz, la de
tu discernimiento, y la cual te dirá:
"Este
hombre está tratando de ridiculizarme, pero no voy a jugar su juego, porque no
hay ninguna razón para que yo acepte entrar en su juego."
Ustedes saben cómo ahorrar vuestro
dinero, pero ¿saben cómo ahorrar vuestra energía?
Ustedes revisan cuál es la mejor
caja de ahorros, o monitorean el precio del mercado de valores, pero en la vida
cotidiana con las personas, ¿se preocupan por la inversión que hacen con las
energías de vuestra alma?
No
El único valor que ustedes conocen
es el valor excesivamente material del dinero, del placer, del disfrute, del
poder temporal.
Pero piensen también en salvar las
energías de vuestra alma, y para ello pónganlas en una buena inversión y les
doy la mejor dirección que exista y es la de Dios, es la de los Maestros,
porque allí ustedes encontrarán intereses muy ventajosos, y de hecho son los
únicos que son verdaderamente preciosos en el mundo, porque tan pronto como
ustedes colocan una energía ahí, mil veces más se les regresan hacia ustedes.
Y seguramente ahora me dirán:
“Es muy
interesante, ¡pongo mi energía de inmediato! ¿Pero es realmente mil?"
(Risas en la sala)
¿Y por qué digo
mil?
Debido a que es simplemente la
unidad que usan los Dioses, ellos no están mirando en los rendimientos ya que
son la abundancia misma. Entonces, cuando un ser humano hace un esfuerzo,
cuando intenta de adquirir un mayor control de sí mismo, de volverse
independiente frente a ese juego insalubre del mundo y de los demás.
Automáticamente toda la conciencia
de los guías y de los maestros se enfoca en ese humano y buscan ayudarlo. De la
misma manera como un jardinero se concentra en una flor prometedora que parece
ser capaz de volverse hermosa, y entonces el jardinero le aportar más agua y la
posiciona mejor ante el sol para que así la flor pueda florecer mejor.
Pero si el jardinero ve que por el contrario,
esa flor se opaca, se marchita y cada vez está más averiada, pues entonces el
jardinero intentará salvarla, pero si la planta insiste en deteriorarse cada
vez más, el jardinero terminará por arrancarla.
Por lo tanto, deben de estar vigilantes,
y para estar vigilantes deben de instruirse para saber cómo funciona la vida y
cuáles son sus leyes, y cuando hablo de leyes, no estoy hablando de un dogma
severo al que los humanos deben obedecer. Ya lo he explicado antes pero lo diré de
nuevo para ustedes.
Para nosotros, el concepto que
ustedes tienen de la ley no existe realmente.
¿Por qué?
Porque nada puede existir de manera
dogmática, sectaria, severa e inflexible, ya que en el universo todo es
movimiento, libertad y expansión. Y para que ese movimiento, esa libertad y esa
expansión tengan lugar, existe la gran ley del equilibrio.
3. ¿CÓMO FUNCIONA LA VIDA?
Debido a que el equilibrio es lo que
permite que surja la armonía, y es en esa armonía que tiene lugar la vida, y
que el humano encuentra su poder y que Dios encuentra su regeneración. Porque
si no hubiera equilibrio, Dios mismo no existiría, el Universo no existiría,
nada existiría. Todo viene del equilibrio.
¿Por qué esta
necesidad del equilibrio?
Simplemente porque cuando todos los
aspectos de la existencia alcanzan esa relación de equilibrio entre ellos,
entonces surge la creación, pero si uno de esos aspectos se encuentra en
desequilibrio, entonces la creación no pude tener lugar. Y eso es justamente lo
interesante que se logra de la alquimia de las energías, es la creación que se
crea a partir del equilibrio que se obtiene entre los diferentes polos.
(Observación de Cid: y esto los
astrofísicos lo saben muy bien ya que ellos han descubierto que si los
parámetros que rigen al Universo fueran un poco diferentes, entonces el
Universo ya se habría destruido.)
Entre el caos y la luz divina (y
esto considerándolo de la manera muy esquemática como ustedes se lo imaginan),
lo interesante no es la existencia de estos dos extremos, sino lo interesante
es la existencia de lo neutral, porque es de ahí que surge la creación con toda
su belleza, su movimiento y su expansión.
Y esto se refleja también a nivel
del hombre, y es por eso que ustedes no deben de estar en los extremos, ni en
el extremo del caos ni en el extremo de la perfección, porque un día
inevitablemente los ciclos siendo lo que son, desde la perfección ustedes
regresan al caos.
Y obsérvense, vuestra vida es una
demostración de ello: un día están muy felices, todo es color de rosa, ustedes
están enamorados, un gran sentimiento de felicidad los invade en todo vuestro
cuerpo, todo les parece hermoso, ustedes son sensibles a cualquier espectáculo
de la naturaleza, a la canción de los pájaros, al perfume de las flores, al
flujo del agua. Todo parece magnífico e idílico. Pero al día siguiente vuestra
pareja les rompe el corazón y todo les parece lúgubre, oscuro y tenebroso, y
así pasan de un extremo al otro.
El día anterior conocieron la
perfección porque estar en ese estado es un estado de perfección, pero al día
siguiente experimentan lo contrario: el caos con su cortejo de tristeza,
desgracia y depresión. Pero lo interesante es encontrar el estado medio, es
decir el equilibrio que existe entre esos dos extremos.
Y ese es vuestro verdadero destino.
Vuestro destino no es de conocer la felicidad al tener un matrimonio perfecto y
volverse muy rico, y tener hermosos autos y tener una inmensa residencia, e ir
a la luna y no sé qué más. Eso es un extremo, pero esa no es la verdadera
dicha. Y tampoco lo es ser infeliz, ser torturado, crucificado, sacrificado,
humillado, etc.
Así que pongan orden en vuestra vida
para que de esa manera alcancen el equilibrio y la verdadera paz que ha en
ello.
¿Qué es la
verdadera dicha?
La verdadera dicha es cuando ustedes
construyen día a día un vínculo con el plan de existencia que tiene el Universo
para ustedes, y ese vínculo es el que ustedes deben de crear con la red
energética de vuestra alma, la cual les envía a partir de entonces todo lo que
ustedes necesitan y de acuerdo con las leyes del cielo.
¿Pero qué es lo
que los humanos se la pasan deseando y que nosotros escuchamos cada vez que
ponemos el oído en las peticiones que nos mandan, incluso de ciertos
discípulos?
Ellos nos dicen:
« Necesito un auto, necesito un avión, necesito un yate,
necesito zapatos de cuero, necesito salmón para cada vez que invito a mis
suegros, necesito un abrigo de pieles para el siguiente invierno. »
Escuchamos
todas esas solicitudes que no son solicitudes reales.
¿Por qué?
Porque la vida que Dios imagina para
los humanos, no es la vida que los humanos se imaginan para ellos mismos
inmersos en su sociedad materialista y llena de consumismo. Y ese es todo el
drama que existe entre Dios y los hombres, porque ahí está la desconexión, ahí
está el malentendido.
Lo que Dios considera que es bueno y
útil para los humanos no es necesariamente lo que los humanos imaginan que es
bueno y útil para ellos, e inevitablemente en esas condiciones hay desacuerdo.
¿Pero qué es
necesario para el humano y para que viva su vida en armonía?
No es estar vestido a la moda, no es
tener un auto ultimo modelo, no es llevar una vida adinerada, No es estar tan
lleno de cosas que estas ya no le caben en los armarios. Todo eso es la imagen
que la sociedad les quiere imponer.
¿Y qué es
necesario para tener la dignidad como un ser humano?
Es ganarse la vida, no es esperar a
que Dios les envíe todo lo que ustedes quieren, porque si bien es cierto que
Dios es un alquimista, él no es Santa Claus. Dios es un proveedor y él responde
a las necesidades, pero no a las especulaciones de los hombres. Y cuando él ve
a su hijo en una gran necesidad, él no va a materializar champaña y caviar,
sino que le enviará las oportunidades para que esa persona pueda encontrar un
trabajo y así pueda ganarse su pan.
Y esto es debido porque si Dios es
un padre lleno de abundancia, también él es un educador, y no puede actuar de
manera diferente a las leyes que han surgido de él mismo.
¿Y cuáles son
esas leyes que rigen al Cosmos?
Ellas son resonancias, por lo que
ustedes no pueden obtener nada que no se merezcan, y un humano merece su comida
cuando hace el esfuerzo de ganársela. Y no diría que la ley es fríamente así y
no considera también los deseos, pero es simplemente porque todo en el Universo
requiere de un trabajo para lograr un resultado.
Por ejemplo, si los ángeles no
tuvieran un resultado de su trabajo, ellos no construirían, y no porque no
quisieran. Absolutamente no. Sino simplemente porque todo esfuerzo libera energía,
y esa energía es la recompensa y el alimento que le llega a quien hace el
esfuerzo.
Entonces, cuando una jerarquía de
ángeles construye una creación, ellos desencadenan un esfuerzo, y este esfuerzo
se convierte en una rueda giratoria que comienza a girar, y a medida que gira,
comienza también a succionar energía, y esa energía se convierte en el alimento
de los ángeles. Lo que hace que los ángeles reciben su recompensar por su
trabajo. Y lo mismo sucede con los humanos.
Cuando ustedes producen actos, esos
actos desencadenan energías que pueden ser negociadas por lo que ustedes
desean, y por lo tanto, mediante ese esfuerzo, ustedes activarán vuestro
“salario cósmico”. Pero en cambio lo que no pueden hacer es solo solicitar y no
dar nada a cambio.
E inevitablemente, esta relación de
intercambio es más pesada en vuestro planeta porque allí hay el factor dinero y
las relaciones de poder, el abuso, el egoísmo, etc. Mientras que en cambio con
los ángeles no hay nada de todo eso y solo es un asunto de prana y de energía
cósmica. Pero dado que vuestra sociedad, a pesar de todas sus distorsiones,
sigue siendo regida por las leyes cósmicas, no olviden que ustedes deben de dar
para poder obtener.
Así que siéntanse orgullosos cuando
reciban aunque sea un pequeño salario, si ese dinero les permite comer ese día.
Y ya dejen de lloriquear porque con ese salario no pueden comprarse un nuevo
coche, o la última prenda que está de moda, ya que todo eso es superfluo.
Y si mañana la sociedad colapsa, y
si mañana las tiendas ya no existen y si los lugares de regocijo tampoco.
¿Qué será de
vuestra vida?
Ustedes deben de poder seguir
viviendo incluso si todas esas cosas ya desaparecen. Así que comiencen a
entrenarse desde ahora. Y al decirles esto no estoy profetizando que esas cosas
ya van pronto a desaparecer. No malinterpreten mis palabras, sino simplemente
les estoy aconsejando que actúen como si esas cosas no fueran importantes,
porque realmente no lo son y al estar ustedes desapegados de eso, ustedes estarán
más cerca de la vida real, y así, pase lo que pase afuera, su vida interna no
se desmoronará.
Y si mañana viene una gran crisis y
ustedes ya no pueden comprarse caviar y champaña, ustedes no sufrirán por comer
un simple pan. Y si mañana ya no pueden comprarse la ropa de los grandes
diseñadores, ustedes no se entristecerán por vestirte con una simple prenda.
¡No importa
todo eso!
Ya que en realidad les aseguro que
todas esas cosas son superfluas, y ahorita que les estoy hablando, ustedes
concluyen que efectivamente lo que les digo es cierto y que todo eso es
secundario. Pero tan pronto como vuelven a salir a la calle o que se encuentran
frente a vuestro guarda ropa, ustedes se olvidan de lo que les acabo de decir y
regresarán a vuestra vida de consumismo porque así los está condicionando
constantemente la sociedad.
Así es que trabajen para ser más
independientes, para que de esa manera el sistema actual ya no los esté
manipulando, y que lo que les digo y que también les dicen los otros guías no se
pierda en el olvido, porque de lo contrario, tan pronto como ustedes vuelven a
la vida cotidiana, dejarán de ser auténticos y volverán a esclavizarse en las
fantasías y delirios que les predica el consumismo.
Y que vuestro temperamento sea constante
es también una cualidad espiritual, porque la constancia es la vela que ustedes
van a poder poner en vuestro barco que es vuestra vida. Porque sin esa vela,
entonces ustedes tienen que remar y remar tanto como puedan, tanto como las
fuerzas y vuestro entusiasmo se los permita, pero lo cual usualmente solo
dura unas pocas semanas.
Y la primera semana se dicen en
vuestro interior: “estoy trabajando para Dios, estoy trabajando para Cristo,
estoy trabajando para Kuthumi, ¡qué maravilloso es!”
La primera semana no hay problema,
pero en la segunda semana ustedes ya comienzan a cansarse y en vuestro interior
se dicen: “sigo trabajando para Dios, sigo trabajando para Cristo y para
Kuthumi, ¡pero qué agotador es!”
Y en la tercera semana ya ni siquiera
la terminan porque en vuestro interior se exclaman: “lo siento Dios, Cristo,
Kuthumi y los demás, pero es demasiado pesado, así que me rindo.”
(Risas en la sala)
Ese es el ser humano. Comienza muy
eufórico, pero después de unos días de esforzarse ya está exhausto. Así es que
no busquen hacer mucho, pero si busquen hacerlo de manera constante. Y es por
eso que nosotros preferimos que ustedes hagan solo un pequeño esfuerzo, pero
que este esfuerzo perdure en el tiempo.
¿Y quién no
puede hacer ese mínimo?
Todo el mundo puede hacer ese
mínimo, de lo contrario ustedes no estarían vivos.
Recuerden que Dios los creó a su
imagen, y si Dios es plenitud, entonces eso significa que la plenitud también
está en ustedes. Por lo tanto, dejen de lado todas esas cosas innecesarias y
busquen despertar la plenitud que hay en vuestro interior.
Comiencen obteniendo un poco de
sabiduría a través de los libros y del consejo de la gente instruida, y también
traten de poner en práctica lo que aprenden. Hagan un poco de meditación y
practiquen otras técnicas de desarrollo, y entonces zarpan en busca de la
plenitud.
Y su pequeño bote que navega por la
vida al comienzo se sacude, pero no por mucho tiempo.
¿Por qué?
Porque si tienen discernimiento,
entonces disponen de una brújula que les permitirá evitar despistarse. Y si
tienen constancia, entonces podrán verdaderamente avanzar. Y a medida avanzan,
se darán cuenta que el agua se vuelve cada vez más tranquila. Porque de hecho,
el agua solo se agita en el borde del mundo, pero no en el corazón del mundo.
En las extremidades hay caos, hay grandes olas y acantilados, pero en el
corazón del mundo el agua es plana como un gran espejo. Y cuando están
perfectamente alineado, ustedes son absorbidos y transportados hacia la
existencia celestial.
Entonces no importa que ustedes
hayan iniciado el viaje en solo una pequeña balsa, aún así ustedes llegarán en
un gran galeón, se los aseguro. Y por lo tanto no importa quienes son ustedes
actualmente, cuáles son vuestros problemas, cuáles son vuestros defectos, qué
tan espesos vibratoriamente se encuentran. Eso yo no lo veo.
Yo estoy muy feliz de ver en lo que
ustedes se pueden convertir. Así que lo que importa es que se levanten, suban a
vuestro bote, leven la vela y naveguen. Y a pesar de las tormentas que puedan
surgir, ustedes continúen hacia la meta.
Porque un ser con ese tipo de
convicción, incluso si hay una tormenta, no se volcará, mientras que los otros
que no tienen esa convicción se hundirán, y eso es lo que sucede seguido en la
vida, ya que cuántas personas están en el camino espiritual y terminan en
depresión cuando surgen los problemas y les confiesan a sus amigos:
« En verdad creó en estas cosas, y quisiera tanto creer aún
más, pero no se puede creer en ello cuando la vida está llena de tantos
problemas. Por ejemplo, me gustaría ser más tolerante, pero la gente siempre
está burlándose de mí, y también me gustaría ser más amable, pero las personas
siempre están abusando de mí, y me gustaría mucho ser amado, pero nadie me
quiere. »
Nosotros conocemos todas vuestras
deficiencias, y también conocemos todos los sufrimientos por lo que ustedes
pasan, y sabemos todo lo que ustedes necesitan. Y tratamos en la medida de
nuestras posibilidades de ayudarlos, pero nos rehusamos que nuestra ayuda los
vaya a encerrar aún más en vuestras ilusiones, y ahí es donde ya no nos
entendemos, debido a que las personas y los discípulos que les rezan a los
guías, usualmente piden facilidades, aunque solo sea en nombre de la curación o
de la elevación espiritual.
Pero en la mayoría de los casos, si
les concediéramos esas peticiones, estas los conducirían hacia una ilusión aún
mayor y hacia un orgullo aún más exacerbado.
Entonces,
¿Cuál sería la
utilidad de nuestra intervención?
No serviría para nada, ya que
satisfacer vuestros deseos solo los llenarían a ustedes de aún más deseos y de
aún más ilusiones. Y es por eso que nuestra principal labor no es de dar, sino
de despejar, ya que nosotros no somos los sembradores sino los arrancadores.
¿Por qué?
Porque si queremos que el único
sembrador que realmente existe pueda hacer su trabajo, nosotros debemos
arrancar todo lo que en ustedes lo obstaculiza. Nosotros no estamos tan locos
como para creer que somos el sembrador. Cristo es el único y ninguno de
nosotros tenemos la arrogancia de pensar que podemos llevar a cabo esa sublime
misión.
Nuestro humilde trabajo es por lo
tanto solamente de preparar el campo, para que su tierra sagrada que son
ustedes, pueda recibir su divina energía. Y cuando se dijo en la Biblia que él
regresará para construir la nueva Jerusalén, o sea la ciudad celestial en la
Tierra.
Él no habló de un lugar situado en
el planeta, sino que la ciudad de la que habla debe construirse a través de
vuestros corazones. Es decir que cada alma en este planeta, que vive la
experiencia terrestre, representará un ladrillo de esa ciudad celestial, y por
lo tanto cada uno de ustedes tiene la responsabilidad de construir esa ciudad.
Así que mañana, cuando estén en
vuestra vida cotidiana, y se sientan atrapados en las reacciones que les
mencioné anteriormente: en el trauma, en la depresión, en la tristeza, etc.
Desencadenen en ustedes esa motivación sublime que les dará nuevos ánimos y
energías.
Recuerden que ustedes tienen la
responsabilidad de ser la nueva ciudad de Cristo y que por lo tanto ustedes
deben de ser limpios, fuertes y rectos. Ustedes son el muro, la puerta, la
ventana y sobre todo el trono del rey de esa ciudad, porque Dios no tiene otro
material más que ustedes para construir el nuevo palacio celestial.
Él no puede construir con trozos de
madera, rocas, diamantes ni nada de eso, y no puede construir con eso porque
todo eso no tiene la suficiente conciencia para volverse un creador, y es por
eso que las únicas entidades que pueden habitar esos elementos son precisamente
los espíritus de la naturaleza. Pero los reinos de los elementales no son la
conciencia de Dios.
Ustedes nunca verán la conciencia de
Dios en una roca o en un mineral. Absolutamente no. En cambio en el mineral si
verán una de sus energías y la entidad que se encuentra vinculada con esa
energía también. Pero el espíritu, la conciencia y la radiación de Dios, no.
El espíritu, la fuerza, el poder, la
luz y el fuego de Dios, todo eso lo pueden ver en el alma de cada uno de sus
hijos, o sea en vuestra alma. Entonces su ciudad, que es similar a él y que es
su trono, será construida por vuestras almas, una por una, y una cerca de la
otra.
Y es por eso que es tan importante
que la humanidad se desarrolle más y descubra una cierta cohesión y hermandad,
para así poder construir la ciudad celestial. Porque sin el esfuerzo de los
propios humanos, nada se podrá efectuar.
Si Dios creó la vida, es para
abrazarla, y de la misma manera que ustedes se lanzan hacia la vida, Dios
también se lanza hacia la vida, y cuando los dos comienzan ese recorrido, ese
viaje, un día se encuentran, y cuando se encuentran, ahí es donde se crea la
ciudad celestial.
Sus hijos encuentran a Dios y Dios
encuentra a sus hijos, o más bien dicho a sus formas, porque en verdad ustedes
son las formas de Dios, ustedes son la parte de Dios que descendió a la materia
para regenerarse.
Pregúntense:
¿Quién soy?
Y en verdad les aseguro que ustedes
son Dios, y más precisamente la parte de Dios que desciende a la materia. En
otras palabras y para simplificar, ustedes son Dios buscando volver hacia su
realidad divina, y es por eso que tienen que pasar por todas esas pruebas.
Porque cuando ustedes se han terminado de purificar, ustedes se descubren a si
mismo y descubren que son Dios.
Mientras que con los otros reinos de
la creación no sucede así, y es por eso que ellos no tienen que pasar por esas
pruebas, porque ellos todavía no se encuentran en el nivel de ser probados, ya
que no tienen nada que descubrir y nada espiritual que conquistar, debido a que
ellos no son la conciencia de Dios, son solamente una de las manifestaciones de
sus energías, pero no son su conciencia.
En cambio, ustedes si son su conciencia,
pero son esa parte de su conciencia que descendió a la materia para
regenerarse, y al descender ustedes olvidaron temporalmente que son Dios.
Ustedes deben de saber que Dios se
enfrentó a un obstáculo al inicio de los tiempos, ya que él era el único que
existía, y entonces él se dijo a sí mismo:
"Pero si
quiero crear, ¿con qué voy a poder crear si solo me tengo a mí mismo?"
Y es por eso que todo lo que existe
es Dios, porque todo está creado a partir de su esencia, y él es el principio
de todo, y es por eso que les repito que ustedes son Dios, y me gustaría que
esta verdad entrara en vuestras cabezas para que así dejen de considerarse
únicamente como Pedro, Pablo, Martin, Susana, María, Juana, etc. O sea el
personaje que ustedes interpretan en esta reencarnación, y el cual se encuentra
completamente cegado por todos los complejos, traumas, temores y fantasías que
ha ido acumulando a lo largo de su vida.
¿Pero quien
eres tú en realidad?
¿Quién eres?
¿Te has hecho
esa pregunta?
Entonces algunos me van a responder:
"Yo soy
tal persona, naci en tal lugar y tengo tantos años."
Pero no te estoy preguntando qué
persona estás manifestando en esta vida, porque antes de ser esa persona,
fuiste muchas otras personas más en las numerosas reencarnaciones que has
tenido.
Y por eso aquellos que son más
astutos, me van a contestar:
"Yo soy un
alma."
Lo cual es cierto pero ¿y?
Y el quien realmente lo ha
reflexionado, simplemente me dirá:
"No lo
sé."
Y a todos los que me dieron una
respuesta, no les podré revelar realmente quienes son, porque su mente ya está
llena de certezas, pero a aquel que con autenticidad en su voz me respondió que
no lo sabe. A él le podré responder y decirle:
"Eres
Dios"
Saben, las personas podrían cambiar
por completo si aceptaran que no saben muchas cosas, y esto lo vemos también en
vuestra sociedad en donde constatamos que la gente tiene continuamente la
típica reacción que es de actuar como si supieran, en lugar de aceptar que no
lo saben y por consiguiente buscar asesoría y consejos sobre cómo hacerlo con
aquellos que si lo saben. Pero no, cada vez que se encuentran en esa situación,
siempre reaccionan de esa misma manera.
Y cuando todo colapsa porque actúan
sin saberlo, se dicen a sí mismos:
"Pero es
la vida la que no es bella, es la vida la que no está bien."
La gente siempre reacciona de esa
manera, y es por eso que la prueba siempre debe de venir y de regresar hasta
que los humanos comprendan que ellos no deben de reaccionar de manera
intempestiva, sino que deben de observar, analizar, reflexionar y luego solo
reaccionar.
Y en el momento en que ellos se
encuentran suspendidos y cuando ya no están reaccionando con todos sus traumas,
deseos y egoísmo, es en ese momento que les llega una intuición, un destello de
lo que tienen que hacer y entonces actúan de manera eficiente, y entonces todo
sorprendidos se dicen a sí mismos:
"¿Fui yo
quien hizo eso? Esta vez tuve suerte."
Pero no es suerte, sino que fue su
luz la que los ilumino para hacer el acto justo, pero para producir ese
chispazo es necesario generar ese momento de iluminación, y para eso es
necesario dejar de reaccionar de manera intempestiva y automatizada a lo que les
dicta la sociedad. Así que una vez más se los repito: vuélvanse seres
independientes que reflexionan, que se instruyen y que escuchan la voz de su
alma.
Porque el alma sabe cómo reaccionar
ante las cosas, y no porque ella lo sepa todo, ya que ella también se está
desarrollando, pero aún así ella sabe más porque está menos atrapada en la
materia que la personalidad, y al estar más iluminada, puede juzgar mejor la
verdad de las cosas y los eventos.
Y es por eso que ustedes también
deben aprender a permanecer en el silencio, y en ese silencio observar,
analizar y discernir, para así poder actuar. Y si después de todo ese
procedimiento, ustedes no llegan a obtener la inspiración para efectuar el acto
justo. Entonces ahí si tomen el riesgo, pero actúen como una persona que asume
la responsabilidad de lo que hace, porque en ese momento ustedes ya no son el
individuo que está sujeto a sus instintos, a sus reacciones, a sus
traumatismos. Sino que se transforman en alguien que asume con responsabilidad
sus acciones.
Y en ese momento, incluso si ese
acto da un mal resultado, incluso si desencadena errores, aún así esa acción
seguirá siendo algo bueno, porque les permitirá aprender de sus errores. Y
entonces ya no se dirán como lo hace toda la gente:
"Oh, la vida
no es hermosa ya que solo trae penas y desilusiones."
Sino que por el contrario ustedes se
dirán:
"Ok, no
funcionó, pero es una experiencia que aprendí y que me sirve para superarme
cada vez más."
Así que traten de manejar vuestra
vida como les acabo de decir, y si lo hacen, les garantizo que pronto
experimentarán la paz, que fue precisamente nuestro discurso inicial. Y ahora
que les he aclarado todo esto, puedo contarles un poco sobre lo que es la paz,
pero solo unas pocas palabras.
¿Qué es
entonces la paz?
La paz es un atributo, es la sombra
de un estado de conciencia. No se puede hablar de la paz sin hablar también del
amor, sin hablar también de la tolerancia, sin hablar también de la justicia y
del poder. Y Dios es todo eso y la paz es cuando ustedes están sintonizados con
Dios.
4. EL DESARROLLO DEL HUMANO A TRAVÉS DE LOS
RAYOS
Porque si así fuera, entonces habría
un universo especializado en el amor, y otro universo especializado en el
poder, y otro universo especializado en la inteligencia, etc.
Pero resulta que cuando el humano se
eleva por encima de las ilusiones que provoca la materia y que por consiguiente
accede a las verdades superiores, entonces descubre que en realidad los siete
rayos de la creación son UNA sola energía, pero que ésta energía para poder
crear toma esos siete aspectos diferentes.
Y estos siete aspectos de la energía
UNA, paulatinamente se les va a ir revelando a los humanos para que así
aprendan a utilizarlos. Y esa es también una de las razones por las que ustedes
descienden a la Tierra, para que vayan descubriendo y aprendiendo a controlar
los siete rayos de la creación.
Es decir que en una de vuestras
vidas, ustedes tendrán que aclarar este o aquel enigma, para así lograr
descubrir cierto rayo, y de esta manera ir aprendiendo a manejarlo.
Luego, en otra vida (u en otra serie
de vidas) ustedes encarnarán para ser probados en otros aspectos, en otras
materias y experiencias, para así ir adquiriendo el dominio de otro rayo.
Y así sucesivamente hasta que
ustedes hayan pasado por todos los rayos y de esta manera puedan descubrir la
síntesis que resulta de la unión de todos los atributos que pertenecen a esos
rayos.
Porque hay muchas personas en la
Tierra que por ejemplo tienen desarrollado el conocimiento, como es el caso de
los eruditos; o tienen desarrollado el autocontrol, como es el caso de los
ascetas; o tienen desarrollado el poder como suele ser el caso de los magos; o
tienen desarrollado el amor como es el caso de las personas de gran corazón; y
cuando esas personas aún son jóvenes almas, ellas son devotos, pero luego
cuando se vuelven almas más maduras, ellas se vuelven servidores en el camino
espiritual, etc.
Hay muchas personas que tienen una o
dos de estas cualidades ya desarrolladas, pero muy pocas las tienen todas.
¿Por qué?
Porque normalmente los humanos van
descubriendo uno por uno los diferentes rayos, debido a que no se les puede pedir
que descubran todos los rayos al mismo tiempo, ya que si con un solo rayo, eso
les implica ya tantas dificultades. Y observen las complicaciones que ustedes
ya tienen nada más para poder entender un solo aspecto de la energía divina.
Miren cómo se quejan de lo que es
vuestra vida, y ustedes saben muy bien de lo que les estoy hablando con todas
las pruebas que les trae la vida para que justamente ustedes descubran y
aprendan a manejar ese rayo.
¡Entonces
imagínense si esas pruebas se multiplicaran por siete!
Y es por eso que ese aprendizaje se
hace gradualmente, porque si les enviáramos todas las pruebas en todos los
campos de la experiencia para que ustedes aprendieran todos los rayos al mismo
tiempo. Pues bien, ustedes no lo aguantarían y no habría evolución, sino que
seguramente ocurriría lo contrario, un desastre que los llevaría hacia la
aniquilación. Entonces para evitar eso procedemos paulatinamente, y uno por
uno, todos los rayos los van abordando.
Y cuando ustedes hayan dominado más
o menos cada uno de estos siete rayos, y no estoy hablando de ya obtener un
dominio profundo, sino simplemente que ya más o menos sepan manejarlos. Y si en
el transcurso de las encarnaciones, ustedes desarrollan un poco de ciencia y un
enfoque saludable sobre cada uno de los atributos de esos rayos, entonces ya
habrán logrado el primer objetivo evolutivo (en lo que concierne a los rayos).
Luego, en otra serie de vidas,
ustedes desarrollarán un poco más de control en cada uno de estos rayos, y al
especializarse en ese momento un poco más específicamente en un rayo, es ahí
que les pediremos que lo estudien más profundamente ese rayo. Y ahí es donde
las cosas comienzan a ponerse más difíciles en la vida, porque ahí es cuando
surgen las pruebas más pesadas, que no son necesariamente sinónimo de
desgracia. No.
Hay personas que están llenas de
pruebas, y sin embargo tienen una vida material perfectamente correcta y sin
problemas. Porque ustedes deben de comprender que la iniciación y la prueba no
significan necesariamente que la desgracia se cierne sobre vuestra cabeza. No.
Cuando decimos iniciación y prueba, es simplemente poner el terreno para que la
persona descubra uno de esos rayos y active ese rayo.
La prueba no se creó para noquear al
individuo o para mostrar el alcance de su ignorancia. Absolutamente no. La
prueba está ahí para activar su propia fuerza, y por ejemplo, cuando un
individuo es arrojado al agua, él trata de nadar espontáneamente, y así él
aprende a nadar.
Pues bien, lo mismo sucede con el
aprendizaje de las leyes del cielo, y de ustedes depende si la prueba será dura
o suave.
Entonces, a medida que ustedes
evolucionan, aprenden un poco de todo para poder ser activos en la vida. Y luego
se van a especializar en la energía de un rayo. Y posteriormente, cuando ese
rayo ya esté bastante bien adquirido, al menos al 80%, entonces ustedes pueden
comenzar a estudiar más profundamente otro rayo, y así sucesivamente hasta que
cada una de estas energías esté casi dominada, y es ahí cuando ustedes se
convierten en un Maestro.
Y al ser consagrados en ese nivel,
que es equivalente para aquellos que conocen el concepto, a la quinta
iniciación mayor. En ese momento, el hecho mismo de ser consagrados les da el
control total sobre esas energías, debido a que la iniciación que se transmite
en ese momento permite esa adición de energía que les otorgará el 20% que les
faltaba para así ya poder llegar al 100% de dominio sobre los rayos. Y por
consiguiente ustedes obtienen el control absoluto y completo de los rayos (a
nivel planetario).
Pero el camino aún no ha terminado,
sin embargo llegar allí todavía está tan lejos que hablar de lo que sucederá
después es por el momento inútil.
Entonces, poco a poco, ustedes irán
conociendo y controlando todas estas energías, y eso es lo que les ofrece la
vida de todos los días en la Tierra, que sea en vuestro trabajo, en vuestra
casa, comiendo, etc.
5. LA ALIMENTACIÓN EXPLICADA ESOTÉRICAMENTE
Alguna vez se han preguntado:
¿Por qué comen?
Y obviamente la respuesta inmediata
es que comen para alimentar vuestro cuerpo, pero como ya se los he explicado
anteriormente, toda actividad en el universo tiene diferentes niveles de
función, y si bien a un nivel físico, la alimentación efectivamente sirve para
nutrir a vuestras células, a un nivel más sutil, ustedes también comen porque
la vida es un alimento y es a través de ese alimento que vuestra propia alma se
regenera. Entonces tienen que ser más cuidadosos al momento de comer, porque:
¿Quieren comer
solo para nutrir a vuestras células, o también para nutrir a vuestra alma?
¡Y eso cambia
todo el enfoque que ustedes tienen hacia la comida!
Si ustedes comen únicamente porque
creen que vuestras células físicas necesitan alimento, entonces inevitablemente
es un acto ordinario, pero si ustedes también comen para estar radiantes y para
tener fuerza y potencia, entonces sin importar que sea una zanahoria, un melón
o cualquier otro alimento, ese alimento ya no está solamente destinado a
vuestros músculos, sino que también ese alimento ese vuelve un elemento para
fortalecer a vuestra alma.
Y seguramente algunos de ustedes se
preguntarán:
¿Pero cómo
puede un vegetal pasar del estómago al alma?
Es extraño como recorrido, se los
reconozco, pero esto es posible gracias al cuerpo energético que hace posible
transformar las energías provenientes del plano físico y enviarlas hacia el
plano del alma, hacia la vida del alma, hacia la red energética que compone al
alma. Porque si es verdad que el alma les envía a ustedes sus energías a través
del cuerpo energético, también resulta que ocurre el proceso inverso, y esto es
debido a que como es abajo es como es arriba, no olviden la ley de
correspondencia.
El cuerpo energético mantiene por lo
tanto una danza de resonancia y de correspondencia entre el mundo físico y el
mundo sutil, y la energía que sale de abajo puede entrar al mundo del alma, y
la energía que sale de arriba puede entrar al mundo de la materia.
Entonces cuando ustedes coman algo,
no les pido que caigan en un estado de éxtasis frente a una zanahoria, tampoco
se trata de exagerar, pero simplemente les pido que estén conscientes de la energía
que hay en ese alimento, la energía que se va a liberar por la digestión de ese
alimento, por la descomposición de todos sus elementos, de todas sus
substancias, de todas sus moléculas, y que una vez que son separadas se vuelven
una verdadera pila de energía.
Y es que, si ustedes pueden generar
de la energía nuclear con el uranio.
¿Por qué no
podrían también obtener la radiación que usa vuestra alma de la comida
terrenal?
Les aseguro que es la misma energía
la que existe en esos dos elementos, solo que uno es radiactivo y el otro es
orgánico. Pero el átomo que forma la zanahoria, el melón o el higo, es
semejante al átomo con el que vuestros científicos construyen la bomba atómica,
y esos dos átomos tienen la misma capacidad de irradiar como lo hace el átomo
que constituye a vuestra alma.
La única diferencia es que el átomo
que compone al alimento o que compone al uranio no es consciente de si mismo,
mientras que el átomo que compone a vuestra alma sí lo es. Y es por eso que
vuestra alma se incrementa al enriquecerse de los átomo que se extraen de los
elementos inconscientes como son los alimentos (frutas, verduras, etc.) porque
así ella puede amplificar su red de átomos para fortalecerse e irradiar aún
más.
Y es por eso que es importante que
ustedes cuiden vuestra comida y estén atentos con lo que comen, porque no solo
están nutriendo a vuestro cuerpo físico, sino también están nutriendo a vuestro
cuerpo energético, y a través de él, también están nutriendo a vuestra alma.
Porque deben de saber que es a
través del cuerpo energético que pasan las energías del alma, y si ustedes se
alimentan sanamente, entonces los dos (el cuerpo energético y el alma) podrán
tener un mejor resplandor, y es que los dos están interconectados.
Ya que de hecho, ustedes no podrían
percibir la radiación de una persona si esta radiación solamente fuera de su
alma, pero dado que también proviene de su cuerpo energético, es por eso que
ustedes pueden percibirla, sentirla y beneficiarse de ello.
Y el cuerpo energético no se
alimenta únicamente de la energía del alma, sino que también se alimenta de las
energías transformadas por el cuerpo físico, ya sea el aire que ustedes
respiran, la comida que ustedes comen, e incluso los pensamientos que ustedes
generan. Todo eso compone una red de partículas más o menos dinámicas y
armoniosas para el cuerpo energético.
Y si ustedes respiran
inadecuadamente o malos olores o contaminados, y si ustedes tienen pensamientos
negativos, y si ustedes comen cosas que son demasiado pesadas, estropeadas,
dañinas, químicas o demasiado animales.
Pues bien, resulta que ustedes
terminan construyendo un cuerpo energético completamente opaco, cerrado, oscuro
y agresivo. Y ahí es cuando todas las enfermedades pueden surgir, ahí es cuando
todas las depresiones y todas las ansiedades pueden aparecer, y ahí es cuando
todas las vampirizaciones energéticas por parte de las entidades negativas se
pueden efectuar.
Así es que aprendan a alimentarse
correctamente y también aprendan a limpiar a vuestro cuerpo energético, porque
así como ustedes limpian regularmente a vuestro cuerpo físico, también deben de
limpiar regularmente a vuestro cuerpo energético, porque no pueden volverse
discípulos con el cuerpo energético sucio.
¿Por qué Jesús
lavó los pies de sus apóstoles?
Piénselo.
Pues bien, resulta que es porque en
los pies se encuentran las raíces del ser humano, las raíces que suben de la
tierra hacia el alma, exactamente como sucede con el árbol. Nada más que el
humano habiendo alcanzado un grado más avanzado de evolución, sus raíces ya no
son físicas, pero si siguen existiendo a un nivel sutil, y es por eso que en
los pies se encuentran las raíces del cuerpo energético, y ahí también es donde
se almacenan todas las pesadeces cuando el cuerpo energético está lleno de
toxinas y parásitos.
Y cuando la raíz de un hombre está
podrida, dañada o sucia, todo su cuerpo está sucio, todo su ser está
contaminado. Y por lo tanto deben limpiar la raíz, para que así el resto del
cuerpo también se vaya limpiando, y el alma pueda finalmente brillar.
Entonces, ustedes no pueden
comportarse como un discípulo, si descuidan vuestra vida cotidiana, comiendo
todo lo que se les antoje y respirando inadecuadamente.
Un discípulo es alguien que revisa
su vida en todos los aspectos, y para tener una mente clara, también deben de
tener el vientre despejado, así que coman sanamente y respiren también
adecuadamente para de esa manera permitir al prana poder penetrar profundamente
en cada célula de vuestro cuerpo, para así limpiar vuestro organismo y darle
vitalidad.
¡Cuántos
humanos parecen zombis con los brazos todos caídos porque no tienen energía y
están todo el tiempo cansados!
Pero cuando miramos sus intestinos,
vemos que esos individuos estos están llenos de toxinas, y cuando observamos
sus pulmones, vemos que estos están igualmente cargados de suciedades.
Así que aprendan a respirar,
despejen el pecho, párense recto, no se vistas con prendas demasiado apretadas.
Limpien regularmente vuestro cuerpo energético. Permitan que vuestro cuerpo se
mueva, viva, se abra, se ventile. Y coman cosas saludables, cosas que los
alimenten en lugar de saturarse con toda esa comida chatarra y llena de
sustancias artificiales.
Ustedes son cuidadosos con el
combustible que le ponen a vuestro auto. Para hacerlo circular no le ponen
café, cerveza o refresco, sino que le pone gasolina. Pero cuando se trata de
vuestro cuerpo, ustedes se imagina que podrán hacerlo correctamente funcionar
con dulces, alcohol, frituras, etc.
Lo que si entienden para vuestro
vehículo mecánico que es vuestro coche, no lo pueden comprender para lo que es vuestro vehículo orgánico que
es vuestro cuerpo, ya que en el segundo caso, vuestro placer gustativo pesa más
que vuestra salud, y el día en que vuestro cuerpo comienza a descomponerse,
ustedes se sorprenden y se preguntan:
"¿Pero qué
he hecho para merecer esto?"
Y ahí les respondo:
"Es el
resultado de tu mala alimentación."
Pero entonces generalmente la
persona me contesta:
"¡Pero
esto ya no es vida si no puedo beber y comer como yo quiero!"
Y ahí yo les pregunto:
¿La vida se
reduce simplemente a disfrutar de esos antojos aunque estos sean nocivos?
¿Dónde está la
fuerza de voluntad y la satisfacción por haber dominado esos deseos y la
dignidad que se siente por haber fortalecido tu ser?
Lo que más lamento en la actualidad
es que los humanos hayan perdido el sentido de la caballería, porque aunque esa
antigua disciplina tenía sus defectos, sin embargo también tenía una gran
cualidad y es que motivaba al hombre a superarse a sí mismo, a hacer el
esfuerzo. El caballero sabía lo que significaba merecer, probarse a sí mismo,
ganar, conquistar.
Pero a medida que el tiempo ha
transcurrido, la caballería se ha extinguido y todas esas nociones se han
desvanecido, al grado que hoy ya no podemos pedirles nada a los hombres.
Si le pido a alguien que deje de
fumar o que deje de comer mal, porque eso a su cuerpo simplemente no le hace
bien, entonces la persona me responde:
"Pero si
dejo de hacerlo, eso me va a producir traumatismos y mi psicoanalista dice que
no es bueno que me genere más traumatismos de los que ya tengo."
Entonces ahora frente a Dios, está
el psicoanalista que le informa al Creador:
"Dios, no
traumes a mis clientes con tus historias de privación. Eso no está bien, tienes
que cambiar tus leyes, porque mis pacientes no deben de sufrir por la
abstinencia de sus placeres."
Entonces Dios toma su túnica, su
eternidad, su amor eterno, y se retira diciéndose a sí mismo:
“Por lo visto
debo dejar a mis hijos por el momento ya que ahora es la época de los
psicoanalistas, pero algún día llegará mi hora."
(Risas en la sala)
Ríanse pero es real lo que les estoy
diciendo, actualmente ya no podemos pedirle a la gente que haga el menor
esfuerzo porque de inmediato nos responden:
"De verdad
quisiera dejarlo, pero no puedo porque eso me va a generar muchos traumas, y tu
no eres el que paga las consultas con el psicólogo, y además ese placer es lo
único que tengo en esta sociedad de locos, así que si me privo de eso ya no me
queda más razón para vivir en este mundo..."
Entonces,
¿Qué quieren
que les digamos a esas personas?
Simplemente les respondemos:
"Bueno, si
así lo consideras, pues tienes el derecho de seguir haciéndolo ya que dispones
del libre albedrío, pero también luego no te quejes de las consecuencias de tus
decisiones, debido a que si le metes substancias inadecuadas al motor de tu
coche, éste se descompondrá, y lo mismo sucederá si le metes substancias
inapropiadas a tu cuerpo."
Los escucho.
6. CONCLUSIÓN
La
persona que dirige la conferencia entonces dijo:
Creemos
que lo principal se ha dicho y ya hemos llegado a dos horas de comunicación,
por lo que me atrevo a pedir una conclusión.
A
lo que Pastor respondió:
La
única conclusión que puedo darles es que todo esto que les acabo de decir es
posible y solo depende de ustedes mismos. Así que si ahora que salgan de esta
sala, quieren ser alguien nuevo y si tienen la voluntad para hacerlo, y
especialmente si han entendido cómo y qué fuerza deben de utilizar para cambiar,
entonces ustedes lo van a lograr.
Y
la felicidad que ustedes tendrán mañana al vivir y superarse a ustedes mismos, será
eso la conclusión. Por lo que les dejo esa posibilidad a vuestra propia
iniciativa.
Los saludo.
Igualmente
le saludamos y le agradecemos.